Pranayama… ¿qué es?

Respirar es una necesidad vital, que hacemos además de forma inconsciente. No necesitas darle orden a tus pulmones para que «respiren», aunque sí puedes poder conciencia en el acto en sí. Sin embargo, desde nuestra primera respiración hasta la última, respirar es lo que nos mantiene con vida, y esa vida nos mantiene «aquí y ahora».
Y te preguntarás, ¿qué tiene eso que ver, con esa palabra tan raruna? ¿Pranayama? ¿Qué es? Pues bien, Hace ya miles de años que los yoguis en India se dieron cuenta de la importancia de la respiración en nuestra salud y vida, y desarrollaron técnicas de respiración de las que todavía hoy nos podemos beneficiar. ¿Quieres saber más?
¿Qué es el pranayama?
Pranayama es la cuarta de las 8 ramas del Yoga (de las que te hablaré en otro artículo) descritas en los Yoga Sutras de Patanjalí. El pranayama es la cuarta rama, y va después de los Yamas y Niyamas (ética y principios del yoga), de las Asanas (práctica física) y antes de la meditación. Es la ciencia de la respiración en Yoga. El Pranayama está formado por un conjunto diverso de técnicas y ejercicios de respiración que buscan conectarte contigo, ralentizar tanto inhalaciones como exhalaciones, e incrementar así el nivel de oxígeno en tu organismo y la expulsión de desechos metabólicos de dióxido de carbono.
En este episodio del podcast «Yoga Vibes Radio», Liana y yo hablamos de qué es el pranayama. ¿Te animas a escucharnos? (También puedes ver el episodio y a nosotras en YouTube)
Y bueno, traduciendo al cristiano lo que te acabo de contar: Pranayama es una parte muy importante del Yoga, ya que es la ciencia que estudia la respiración. Y el cómo respires, va a influenciar muy mucho en tu salud, estado de ánimo, energía, etc.
Origen del Pranayama
Pranayama es una palabra que proviene del sánscrito y que tiene muchas traducciones. Si escuchas el episodio del podcast que te he dejado ahí arriba verás las diferencias entre la traducción/explicación que por ejemplo Liana ha aprendido y enseña, y la traducción/explicación que a mí me han transmitido mis maestros y yo enseño (que te la comparto a continuación):
Pranayama se compone por prana que significa «respiración» o «energía vital» y ayama que significa «extensión o expansión». Por lo tanto, pranayama significa «expansión de la energía vital».
Y es que uno de mis maestros en Mysore, nos hablaba siempre del pranayama como una herramienta para vivir más. Decía que si comparas la longitud de las respiraciones de un conejo y una tortuga, comprenderás por qué uno vive apenas unos pocos años, y la otra puede vivir cientos. (Si eres biólogx, por favor, no me crucifiques. Son ejemplos sencillos para entender la teoría de esta ciencia).
Aunque piénsalo, si el Prana es tu energía vital, cuanta mayor control tengas sobre él, más sencillo te será expandir tanto tus respiraciones como la vida que de ellas sacas. El pranayama se practica desde hace miles de años en India, y se considera el secreto para mantener la mente en calma y una vida larga y llena de salud.
Beneficios de practicar Pranayama
Practicar pranayama, te ayuda a calmar la mente, regular tu estado de ánimo y aumentar tu bienestar físico. Por eso puede ser muy útil también para atletas o personas que quieran mejorar la salud en general. Podemos decir que el pranayama…
- Contribuye a un estado de calma mental, emocional y física.
- Mejora la capacidad pulmonar.
- Ayuda a mejorar las capacidades de atención y concentración.
- Aporta beneficios también al sistema cardiovascular.
La respiración está íntimamente ligada a tu mente y tu estado interior. Cuando estás tranquila, tu respiración es profunda y lenta. Sin embargo, cuando estás nerviosa o estresada es superficial, entrecortada.
Pero lo mejor es que esta relación funciona también en el otro sentido: si aprendemos a controlarla, podemos controlar también nuestro estado interior.
Y todo esto que te cuento tiene una explicación: y es que con pranayama estimulas el sistema parasimpático de tu cuerpo, ese que facilita la relajación y te ayuda a recuperar o cultivar el equilibro en tu vida diaria. ¿Qué de qué te estoy hablando? De tu sistema nervioso.
El sistema nervioso autónomo regula las funciones de tus órganos vitales (como la digestión, tu corazón, etc). No necesitas activar sus funciones conscientemente, porque este sistema lo hace por ti. Sin embargo, si puedes influir y controlar tu respiración.
Aunque volviendo a lo que iba a contarte… tu sistema nervioso autónomo se divide en el sistema nervioso simpático (que ayuda a responder y actuar en situaciones de estrés, como por ejemplo… si te persigue un león y necesitas huir para salvar tu vida), y el parasimpático. Cuando el sistema nervioso parasimpático domina el cuerpo, se reducen el ritmo cardíaco y la presión arterial, y además se incrementa el flujo sanguíneo a los órganos internos. ¿No es genial?
Dado que no es habitual tener que huir por nuestra vida, digamos que a todos nos beneficia cultivar la conexión con nuestro sistema parasimpático… ¿no crees? Ayudando de esta manera a que nuestro cuerpo mantenga ese estado de calma que tanto bien nos hace
¿En qué consiste?
En los libros sagrados del yoga, se dice que para empezar a aprender pranayama, primero se ha tenido que «domar» o trascender el cuerpo. El ciclo de la respiración consta de inhalación, exhalación, retención interna y retención externa. Para los practicantes principiantes, el foco ha de estar en la inhalación y exhalación, aunque una vez el practicante avanza, el foco se pone en las retenciones, que son la verdadera fuente de magia de esta práctica.
Una respiración consta de tres partes:
1. Inhalación o Pooraka
2. Retención de la respiración interna o Antar Kumbhaka
3. Exhalación o Rechaka
4. Retención de la respiración externa o Bahir Kumbhaka
¿Por dónde empezar?
Si eres principiante dentro del mundo del Yoga (o del pranayama), te aconsejo que comiences practicando estos diferentes tipos de respiración antes de iniciarte con pranayama. No necesitas nadie que te guíe y te permitirán comenzar a apreciar los beneficios de los que te hablaba hace un momento 🙂
3 diferentes tipos de respiración:
Respiración Abdominal o Diafragmática
Al inhalar se llena de aire la parte baja de los pulmones y como consecuencia el diafragma desciende y el abdomen se hincha. Trata de practicarla extendiendo las inhalaciones, pero aún más las exhalaciones.
Respiración Torácica, Costal o Intercostal
Es como… si metieras el ombligo un poquito hacia dentro para no dejar pasar el aire a la zona abdominal. De esta manera la caja torácica se expande y puedes sentir como tus costillas se abren y cierran al ritmo de tu respiración. Te aconsejo colocar las manos bajo el pecho y en contacto con tus costillas, para sentir (con todos tus sentidos) esta conexión y abertura.
Respiración Yógica o Completa
Se trata de respirar desde tu ombligo hasta tus clavículas, llenando al completo tus pulmones. Se inhala mandando el aire al abdomen y llenando desde ahí abdomen, tórax y clavículas (de abajo arriba), y se exhala a la inversa, vaciando el aire desde las clavículas hacia abajo. Éste es el tipo de respiración que queremos obtener de forma automática con de la práctica continuada de ejercicios de pranayama.
Dentro del pranayama…
…podemos clasificar las técnicas o ejercicios dentro de tres grupos:
1. Limpieza o estimulación – vinculados al elemento fuego. (Bhastrika o Kapalbhati entran dentro de este grupo)
2. Equilibrio – buscan aportar esa calma, equilibrar tu energía (un ejemplo serían Ujjai o Nadi shodana)
3. Relajación o meditativos – potencian el elemento Yin (Bhrameri o Sheetali son buenos ejemplos)
…y me estoy enrollando muchísimo hoy 😅, pero es que ¡este es un tema que da para mucho! Así que voy a dejarlo aquí para no perder tu atención. Prefiero volver otro día y contarte más en profundidad los diferentes tipos de pranayama que existen y ejemplos prácticos de todos ellos.