merecer la pena y la vida

«Merecer la pena» es una expresión que muestra muy gráficamente cómo somos como sociedad. Se nos inculca que para triunfar o ser felices hay que sufrir, llorar, esforzarse a más no poder… Y tal y como hablamos en el artículo de las creencias limitantes, lo que crees, es lo que al final creas.

 

Cuando yo pienso que todo ha de costarme mucho esfuerzo y mucha pena para ser realmente merecedora de ello, estoy lanzándole a la vida y al Universo esa petición, y ellos siempre responden de la misma manera: «Así sea». Veamos por qué quiero hoy retar esa expresión y manera de ver el mundo que nos inculcan y qué te propongo a cambio.

 

«Merecer la pena»

¿De donde viene la expresión «merecer la pena»?

En español decimos que algo merece la pena cuando el esfuerzo que requiere está justificado por el beneficio que nos otorga.

 

Merece la pena cambiar el punto de vista

Merecer la pena es «ser valiosa, útil o digna de que se haga un esfuerzo por conseguirla’» —dicho de una cosa o persona—, y dicho de una acción o de un estado es «estar bien empleado el esfuerzo que supone». La pena en un juicio es el castigo por un delito, el fallo del juez. La pena como palabra ha sido también asociada a la religión cristiana de innumerables maneras con las que me vais a perdonar pero no estoy para nada de acuerdo.

Se puede aprender sin sufrir.

Se puede.

Se puede ser merecedor de algo y feliz. Se puede disfrutar del proceso de conseguir un objetivo. Existen amores que no te hacen sufrir. No necesitas vivir pagando la pena de un error, ni castigarte para siempre. Pregunta al aire: ¿errar es de verdad algo que hacemos o es una manera de aprender?

 

*Obviamente respetando siempre los derechos y libertades del otro. No saquemos las frases de contexto 🙂

 

Déjame decirte unas cuantas creencias que te invito a derrumbar:

  • Quien bien te quiere te hará sufrir.

  • El éxito cuesta mucho esfuerzo.

  • Para ser merecedor hay que emplear grandes cantidades de sacrificio.

  • Para lograr mis objetivos he de ser perfecta/la mejor.

  • Nada de valor viene a ti de manera sencilla.

¡Buh!

 

es agotador entrar en la rueda de «merece la pena»

 

Como ya dijimos, las creencias limitantes son patrones que —como su propio nombre indica— nos ubican en una realidad limitada. Cuando ese límite marca la frontera que impide que logremos nuestros objetivos y vivamos de manera feliz y armoniosa es cuando aparece el problema. Si de manera consciente (o inconsciente) te crees alguna de las frases escritas anteriormente —o sucedáneas— estás limitando tu felicidad y tu éxito. ¿De verdad quieres vivir así?

 

Qué opina la PNL

La PNL también conocida como «programación neurolingüística» procede del estudio simplificado de la extraordinaria complejidad del pensamiento y la conducta humana. Es decir, estudia:

  • La programación de la mente y el comportamiento
  • neuro hace referencia al sistema nervioso, fuente e instrumento de nuestra percepción del mundo, experiencia y actuación en el mismo
  • Lingüística: el lenguaje verbal. Nos permite codificar y expresar simbólicamente nuestras experiencias a través de las palabras.

Estudia cómo somos, cómo creemos que somos y cómo pensamos que somos y es el mundo a través de las palabras que empleamos, acciones que tomamos, etc.

 

A veces pecamos de orgullo y no: pedir ayuda es importante

 

La PNL dice que lo primero que hay que hacer es darnos cuenta de cómo pensamos, de por qué pensamos como pensamos y a dónde nos está llevando pensar así, para invitarnos después a cambiar el lenguaje a uno que sí que nos lleve hacia nuestras metas y felicidad.

Te cuento esto por si termino de convencerte de la importancia que tiene qué piensas, qué te dices y cómo te lo dices.

Para conseguir el éxito de algo y por tanto poder alcanzar los objetivos, una persona necesita creer en las siguientes tres cosas:

  • Posibilidad:  necesita creer que alcanzar el objetivo es posible.
  • Capacidad: ha de creer que se capaz de alcanzarlo.
  • Merecimiento: es fundamental que se crea que merece alcanzarlo

Si no crees que te lo mereces, no te lo vas a permitir y te va a costar MUCHO alcanzarlo. MUCHO. O no lo conseguirás en la vida. Y si estás aquí leyéndome estoy convencida de que ese no es tu caso en absoluto, así que comencemos a ver qué podemos hacer al respecto para comenzar a encaminarnos hacia donde queremos y merecemos de verdad estar.

 

Amarte a ti misma es el inicio de un viaje que dura toda la vida

 

5 consejos prácticos

1.Transformar el lenguaje

Lo primero es cambiar el lenguaje para cambiar la forma de pensar y por tanto la creencia. Hay que dejar de lado frases o dialogo interno del estilo:

  • No valgo para hacer esto
  • No me puedo controlar…
  • No soy capaz
  • Es demasiado para mí

 

Y sustituirlas por otras como:

  • Estoy en proceso de aprender a hacer esto
  • En ocasiones me cuesta gestionar mis emociones y por eso empiezo a …
  • Sé que soy capaz de conseguir todo lo que me proponga
  • Soy una persona valiente que cada vez mejora su capacidad para afrontar situaciones

Son ejemplos tontos y cada caso es diferente. Pero espero que se vea claro cómo de pensamientos que limitan o imposibilitan una acción o éxito empezamos a transformar el lenguaje a uno que expanda, afirme y cree posibilidades de acción y éxito.

 

merece la pena cambiar el lenguaje

 

Ejercicio:

Puedes coger un papel y escribir esas frases que te limitan y empezar a transformarlas en unas más motivadoras y positivas. ¿De qué manera cambiará tu vida el día que tu dialogo interno y externo te lance hacia la posibilidad en lugar de hacia el miedo o el fracaso?

 

2.El autoconcepto como base de todo

Como ya hablamos en este otro artículo, el autoconcepto es la imagen que hemos creado sobre nosotros mismos. No una imagen solamente visual, se trata más bien del conjunto de ideas que creemos que nos definen, a nivel consciente e inconsciente. Esto incluye una cantidad prácticamente infinita de conceptos que podrían estar incluidos en esta «imagen» sobre nosotros mismos, ya que cada idea puede albergar en su interior muchas otras, creando sistemas de categorías que están unos dentro de otros.

 

Merece la pena y la alegría encontrar tu seguridad

 

Para sentirnos merecedoras de nuestros sueños, de bienestar y de abundancia es importante tomar consciencia de cuál es nuestro autoconcepto y empezar a valorar todo lo que somos. Ver lo bueno y no solo aquello que no nos gusta. Es muy común que todos —y aún más las mujeres— vivamos con la comparativa y el juicio. En cierto modo nos enseñan a odiar a nuestro cuerpo si no es perfecto, a rechazar todo lo que no es normativo y ERES MÁS que unas piernas con celulitis, una nariz, o unas arrugas. Esas solo son características o parte del personaje, y con todo y con eso te mereces ser amada por ti y por el mundo porque eres maravillosa. ¿Quién decide que la celulitis es fea? ¿Que una nariz más asá sí, y una más asá no?

Dime, ¿quién?

¿No será mejor comenzar a crear y potenciar nuestro propio criterio?

El amor que realmente sana, es el amor propio, y para llegar a él debemos potenciarnos y amarnos desde la raíz, convertirlos en nuestra mejor amiga y comenzar a valorar más nuestros dones.

 

 

3.Merece la pena ALEGRÍA quien te la quita.

Es así, las personas que nos generan penas no las merecen, pues quien bien te quiere no te hará llorar. Al menos no conscientemente. Te hará reír, crecer, soñar, amar… Dejemos de dar fuerza a esa creencia de que todo ha de costar esfuerzo (incluyendo aquí a los amores, relaciones y personas de nuestro entorno). Las relaciones para ser sanas necesitan de conversaciones incómodas, de tiempo, de cariño, de atención… Y tan solo por ser tú te mereces disfrutar de personas bonitas a tu lado. Ya está, no has de ganarte nada más. ¿Eres buena persona? ¿Tienes buen corazón? Pues date permiso para atraer y merecer también buenos corazones y personas.

 

Todo o nada liberador

 

Ejercicio:

Haz un listado de las personas de tu entorno y de lo que te aportan. Anota también la sensación que te dejan cuando las ves y su función en tu vida. ¿Vibran en la honda que a ti te gustaría vibrar? ¿Suman más que restan? ¿Qué tipo de personas quieres comenzar a soltar y cuáles a atraer? En ocasiones este ejercicio tan sencillo ayuda a poner luz en cómo son nuestras relaciones y los patrones que andamos atrayendo.

 

4.Stop a los autosaboteos

Nos autosaboteamos muchas veces porque no nos vemos capaces de gestionar el éxito, porque no nos creemos merecedores de cosas buenas, porque sufrimos de mala autoestima y poco amor propio.

El autoamor necesita de límites

STOP!

Ya basta de elegir el rol de víctima en lugar del de protagonista. TE MERECES LO MEJOR. Te mereces reír, soñar, sanar, soltar, crecer, cambiar, evolucionar… Trata de identificar ese diálogo interno que te dice lo contrario, que justifica el sabotaje diciendo cosas malas de ti misma. ¿De verdad quieres malgastar tu vida pensando cosas negativas sobre ti? En esto hay mucho más implícito y soy plenamente consciente de que no basta con decir «voy a dejar de autosabotearme». En este caso por ejemplo contar con la ayuda de un profesional puede ayudarte mucho a crear patrones nuevos con los que ir transformando tu realidad y reacciones a unos mejores.

 

5.Potencia tu confianza y créete que te mereces todo lo mejor

En lugar de merecer la pena, te invito a pensar en que te mereces todo lo mejor y comenzar a retar esas partes de ti que lo ponen en duda.

la confianza en ti te llevará a donde quieras con y sin penas

 

La confianza en ti y en el resto se logra de poco a poco, demostrando con acciones, pensamientos y tiempo. Hablaremos de esto con más profundidad en otro artículo ya que es superimportante cultivar la confianza en nosotras mismas para sentirnos poderosas y merecedoras de todo lo que queremos. Para crear primero hay que creer que se puede crear, la duda y el miedo matan muchos más sueños que los tropiezos así que considera este como un punto importante que trabajar. Ya hablamos anteriormente que las tres patas que sostienen la confianza son la competencia, la sinceridad y la responsabilidad. Te dejo de nuevo un ejercicio que te propuse en otra entrada:

 

Ejercicio:

Elige un área de tu vida en la que sientas poca confianza en ti misma para poder analizarlo. Una vez que la hayas elegido, completa tu análisis de cada una de las patas respondiendo a las siguientes preguntas:

 

→¿Por qué me siento insegura? ¿Qué factores están afectando aquí mi confianza?

→Competencia: ¿hay algo que quieras aprender?, ¿estás necesitando entrenar alguna capacidad?, ¿cuál?

→Sinceridad: ¿qué consejo honesto te darías a ti misma hoy?

→Responsabilidad: ¿qué estás necesitando hacer para asegurar que el resultado sea positivo?

 

Para mejorar o cambiar algo necesitamos tomar acción y comprometernos con la visión y la misión a lograr. Tú puedes potenciar tu confianza y sentirte cada vez más merecedora de cosas buenas, de logros y de esa felicidad que deseas. Permítete ser feliz, permítete sentirte y ser merecedora de cosas buenas.

 

 

Te mereces ser feliz y cumplir tus sueños

merece la alegría quien te quita la pena

 

Te regalo una pregunta final:

¿Si no tuvieses miedo qué estarías haciendo diferente?

y otra de regalo

¿Hasta cuándo te vas a permitir seguir viviendo con miedo?

 

Espero haberte inspirado a comenzar a transformar tu diálogo interno y hacer incapié en tu merecimiento. Ojalá que a partir de ahora en lugar de pensar en si algo «merece la pena» o no, pienses en si merece tu energía y si te impulsa o no hacia tus sueños. Ese debería de ser siempre nuestro barómetro de verdad.

 

Un abrazo y gracias por pasar por aquí,

nos vemos la semana que viene

Beatriz x

Deja un comentario. ¡Me encantará leerte!

¿Te puedo ayudar en algo?