Escritura
¿Tú también escribes? ¿O quizás te gustaría empezar a hacerlo pero no sabes cómo?

Escribir sana.
Tanto si eres escritora, como si no.
Las letras han sido para mí refugio y terapia. Desde bien pequeña aprendí a refugiarme en ellas cuando necesitaba consuelo, y el mundo a mi alrededor se me hacía muy complicado. Devoraba libros de todo tipo. Era (y es) maravilloso poder perderse entre historias ajenas que te ayudan a sanar o ver tus propios problemas desde otras perspectivas.

Recuerdo que mi abuelo me regaló un diario siendo yo aún una renacuaja. Y no sabía escribir bien, de hecho, en las primeras páginas podía verse la irregularidad en las palabras, frases sencillas y enunciados cortos. Pero la vida se llevó a mi abuelo, y a mí me quedaba su diario, así que cuando me sentía sola, volvía a él y escribía.
Qué graciosa es la memoria, que hasta que no he tecleado esas palabras no he caído en cuenta de que así es cómo empecé yo a escribir. ¿Ves? Lo hermoso de esto, es que al desenredar palabras, desenredas también recuerdos, emociones o momentos que tenías olvidados o que necesitan sanar.
Escribir Sana. Y sí, la escritura es una herramienta terapéutica.
Mis libros

¡No sabes lo que le ayuda a todo el mundo a conectarse consigo mismo!
No tienes por qué transformar esas palabras en historias (como en ocasiones hago yo), aunque a lo mejor también es algo que te llama la atención. Sea como fuere la escritura puede aportarte mucho y me encantará acompañarte en ese camino de exploración a través de letras, si quieres..