Estoy en plena crisis personal

¿Cuántas veces no te has visto envuelta en una crisis personal importante? Bueno, vale, no dramaticemos, puede que incluso lo podamos llamar una pequeña crisis personal, aunque te digo una cosa, tanto una como la otra, nos terminan llevando al mismo sitio: a los cambios.
Cuando emprendemos un camino de autoconocimiento, hay muchas partes de nosotros que se van a ver expuestas a cambios, a revaloraciones, a nuevas perspectivas… Porque cuando te atreves a mirar hacia dentro, no todo es luz, arcoíris y unicornios. No amigui, dentro también hay sombras y mierdirs varias que no te van a gustar. Es bien y es normal, nos pasa a todos. Todos somos seres de luz, pero todos tenemos nuestras sombras. Es como el día y la noche, sin uno, el otro no existiría ni tendría sentido.
El caso es que cuando nos armamos de valor, de ganas de mejora, y empezamos la reforma o nuestro re-descubrimiento, aparecen creencias, patrones, emociones, apegos, pensamientos… que no nos hacen bien, y que, muy probablemente, nos va a tocar cambiar. Y el cambio no siempre es fácil, y aparecen los miedos, y nuestro crítico interno nos tratará de poner la zancadilla para evitar enfrentarse a lo desconocido (por no hablar del gasto energético extra que nos va a «costar» ese cambio)… y entramos en una crisis personal. Pequeñita o grande, pero crisis igual.
Crisis personal
Una crisis personal aparece cuando transitamos conflictos internos o externos. Es un acontecimiento que suele conducir a cambios importantes en nuestra vida y que por lo general aportan luz y nuevas perspectivas a nuestra visión. Los periodos de crisis nos plantean nuevos desafíos y nos obligan a hacer determinadas reestructuraciones de nuestro «yo».
Hay muchos tipos de crisis personales. A lo mejor has transitado algún momento de «crisis existencial», esa crisis en la que cuestionas tu existencia. Preguntas tales como ¿quién soy? ¿qué hago aquí? ¿qué sentido tiene mi vida? pueden aparecer en esos momentos. Hay quien este tipo de crisis le suena a algo que solo pasa en las películas, y luego, hay también personas que lidian con este tipo de crisis varias veces a lo largo de su vida.
Puedes entrar también en una pequeña crisis personal cuando hay un cambio de valores que afecta la manera en la que enfocas tu vida. Cuando hay falta de coherencia entre lo que piensas, dices y haces… y te das cuenta. Esos momentos de «revelación» son importantes, pues es una toma de consciencia necesaria para que pueda dar paso la transformación.
Existe también un tipo de crisis que se llama «Crisis de sanación» de la que hablamos Liana y yo en este episodio del podcast Yoga Vibes Radio. Te dejo un enlace al episodio en Youtube y en Spotify por si te apetece darle al play. Y descubrir de qué se trata.
Si estás transitando un momento de crisis personal…
…del índole que sea, es importante tener en cuenta varios factores. Estos momentos poseen una carga emocional muy elevada, que nos suele dar sensación de inestabilidad. Durante este periodo tus hábitos se desestabilizan y es normal sentir cierto grado de incertidumbre, e incluso de sensación de pérdida de control e impotencia.
A pesar de que estos períodos pueden resultar intensos y cansados, desde aquí te invito a agarrar la oportunidad de aprender algo nuevo, mejorar tu resiliencia y crecer, seguir creciendo. Las crisis nos permiten reflexionar y valorar nuestro sistema de valores y creencias. Incluso, pueden llevar a que te replantees tus objetivos vitales y personales.
Emprender un camino de evolución no siempre es sencillo, pero siempre es gratificante. Veamos cómo podemos facilitar nuestra motivación y claridad en el proceso.
¿Dónde estás?
Por un lado: ayuda mucho tener claridad de la situación de la que partes. Tener presencia y consciencia del aquí y el ahora. ¿Cómo? Teniendo claro dónde estas, por qué y cómo te hace sentir. Qué te aporta, qué te resta, dónde te gustaría en realidad estar. En este punto es importante no vendernos motos a nosotras mismas (y lo digo con plena constancia de que lo hacemos porque… yo lo hago también). Nos ponemos excusas. Las adornamos con razonamientos maravillosos y nos las llevamos puestas. Pero, ¿qué hay detrás de una excusa? Un miedo. Una resistencia. Quizás una pequeña sombra.
¿Dónde quieres llegar?
Si estás en este camino (o en esta pequeña crisis personal) es probable que haya cosas de tu vida, de tu entorno o incluso de ti misma que no te gustan. Entonces, si no quieres eso… ¿qué sí quieres? Coge papel y boli y escribe. ¿Qué quieres conseguir? ¿Cómo te quieres sentir? ¿para qué quieres esos cambios?
¿Para qué quieres llegar ahí?
El para qué es muy importante, porque en él reside, en gran medida, tu motivación. Conecta con tu intención. Si yo hago algo para contentar a mi madre, lo mismo no lo hago con las mismas ganas que si lo hago para vivir en paz, para ser coherente y sentirme orgullosa de mí misma, etc. ¿No crees?
¿Qué precio estás dispuesta a pagar?
Todo cambio tiene un coste. Si yo quiero un cuerpo musculoso y definido, deberé pagar horas de gimnasio, esfuerzo, quizá dietas, menos tiempo libre… Pero si mi para qué está bien definido y tiene fuerza suficiente, lo más probable es que sí esté dispuesta a pagar ese precio para lograr mi objetivo.
A veces parece que nuestro mundo se desmorona… y nosotras con él. Pero hay luz en el camino si estás dispuesta y comprometida a encontrarla. Dicen los físicos que para que nazca una estrella una nébula gaseosa ha de colapsar. Atrévete a colapsar y romper con lo que te tiene estancada. La vida no te sucede a ti, sucede para ti.
Ver esta publicación en Instagram
Si te preguntas que para qué te cuento todo esto, la respuesta es sencilla: para que veas lo que implica transitar un periodo así, lo que te espera y tomes responsabilidad. Los momentos de crisis pueden parecer muy mierdir, pero esconden en sí mismos un regalo. Detrás de la incomodidad de dejar ir un hábito o una parte de nosotras, se encuentra la libertad y satisfacción de sentirte alineada con tu esencia. No subestimes el poder de ser tú, y de alcanzar tus metas. Te prometo que el sabor al final, es indescriptible. ♥
¿Te has sentido en crisis personal alguna vez?
¿qué te ha sido útil en esos momentos?
¿Quieres compartir algún regalo o aprendizaje que te hayan dejado?
PD: Sabes que desde aquí siempre te invito a pedir ayuda para transitar esos momentos de incertidumbre y crear claridad en el proceso.